martes, 24 de abril de 2018

La revolución de las cloacas... 3...

El mundo se está volviendo algo irreal. Nadie se imaginaria ayer que hoy íbamos a estar escondidos, ocultos bajo tierra, o muertos bajo los escombros. No se bien que hacer. ¿Qué hace una persona normal en esta situación?
Por el túnel hacia donde estaba la gente es imposible volver. Un alud de escombros bloquea el acceso, así que sigo mi camino buscando la tapa de la cloaca por la que se entré.
Mientras voy andando me doy cuenta que voy lleno de mierda, entre dormir en el túnel e ir arrastrándome por las cloacas, mi ropa ha ido absorbiendo toda la podredumbre que me rodea.
Por fin llego a mi salida, espero tener suerte y que mi casa siga en pie. Ahora mismo necesito encontrar un sitio familiar para poder pensar en que debo hacer.
Voy a abrir la tapa, pero me detengo. Aún con los pitidos de los oídos oigo los golpes repetitivos en el suelo, son hombres marchando, lo más probable es que sea el ejército. Prefiero esperar. No creo que vean de buen agrado salir a un pordiosero de una cloaca, en medio de una zona de combate.
Vuelvo a bajar las escaleras y me siento en el asqueroso suelo. Incluso desde abajo se oye el marchar de las botas. Apago la linterna porque no se cuanto estaré aquí abajo. Ahora mismo me temo que bastante.
Después de estar más de media hora esperando a oscuras, caigo en un turbulento sueño. Una pesadilla de bombas, gente sangrando, niños bajo escombros. Me despierto con un grito y acto seguido me tapo la boca. Como si eso pudiera evitar que alguien oiga ese grito. Me quedo inmóvil, escuchando...
No oigo nada que indique que alguien me busque. Miro el reloj y calculo que llevaré un par de horas dormido. Enciendo la linterna, miro hacia los dos lados del túnel y no veo nada raro, me incorporo y vuelvo a subir las escaleras con intención de salir a cielo abierto. Mis deseos y ganas de salir se ven frenados por los ruidos que oigo en la superficie. Parece que hay bastante movimiento fuera. Esta vez consigo el valor suficiente para levantar un poco la tapa y ver que hay. La levanto solo un poco, lo justo para ver algo y lo más despacio que puedo para no hacer nada de ruido. Lo único que puedo ver es a militares en las calles, veo a muchos. Deben de haber colocado un puesto por aquí cerca. Veo a unos que llevan a seis personas esposadas, algunos con pijama. Para mi espanto reconozco a una de esas personas. Es una vecina mía. Me asusto y cierro con cuidado la tapa. Bajo las escaleras y cuando llego abajo apoyo mi espalda contra la pared ¿y ahora que? ¿Qué plan de futuro tengo ahora?
Como el camino de la izquierda ya lo conozco, prefiero probar por el de la derecha a ver con que me lo encuentro. Enfoco mi linterna hacia adelante y voy haciendo camino. Ahora ya voy con más cuidado, voy escuchando todos los ruidos. Intento catalogarlos todos. Cuando algún sonido no lo reconozco me detengo y espero a ver si se repite.
Llevo un rato ya en esta posición medio agachado y la espalda se empieza a resentir. Me paro en alguna salida para ponerme recto un rato, pero no me apetece enfrentarme ahora mismo con lo de allá arriba. Mi intención, ahora mismo, es seguir el túnel y ver donde termina ésta cloaca...

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