lunes, 24 de marzo de 2008

el mar....

Acaso siempre fue así? ...
El mar... fuente de inspiración... musa de aquellos a los que el amor traiciona, musa de aquellos a los que no les queda nada, salvo el mar... Emborracharte de su aroma, marearte con su indecisión, sumergirte entre sus curvas, llorar por su adiós, el mar... roto tan solo por las puntas de las velas, por los acantilados... el mar... no lo oyes, te murmura, al oído, canciones lejanas, viejas gestas, hechos que tan solo el recuerda, el mar... cruel y amable, asesino y bondadoso, marcando las distancias, diciendo, aquí estoy, soy solo para ti, pero no me quieras demasiado, no te arrimes a ver el fondo de mi alma, el mar... amante posesivo, el mar....

sábado, 23 de febrero de 2008

G.A. Bécquer

-Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
-No es a ti; no.

-Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,
puedo brindarte dichas sin fin.
Yo de ternura guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
-No; no es a ti.

-Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
No puedo amarte.
-¡Oh, ven; ven tú!

G.A. Bécquer

sábado, 16 de febrero de 2008

La estatua - El Vagabundo -

Cierta vez, entre las colinas, vivía un hombre poseedor de una estatua cincelada por un anciano maestro. Descansaba contra la puerta, de cara al sol. Y él nunca le prestaba atención.
Un día pasó frente a su casa un hombre de la ciudad, un hombre de ciencia. Y, advirtiendo la estatua, preguntó al dueño si la vendería.
Riéndose el dueño respondió: ¿Quién desearía comprar esa horrible y sucia estatua?"El hombre de la ciudad dijo: "Te daré esta pieza de plata por ella."El otro quedó atónito pero agradado.La estatua fue trasladada a la ciudad sobre el lomo de un elefante. Y luego de varias lunas el hombre de las colinas visitó la ciudad, y, mientras caminaba las calles, vio a una multitud ante un negocio, y a un hombre que a voz en cuello gritaba: "Acercaos y comtemplad la más hermosa, la más maravillosa estatua del mundo entero. Solamente dos piezas de plata para admirar la más extraordinaria obra maestra."Al instante, el hombre de las colinas pagó dos piezas de plata y entró en el negocio para ver la estatua que él mismo había vendido por una sola pieza de ese mismo metal.
Khalil Gibran
-poeta y filósofo libanés-

viernes, 15 de febrero de 2008

G.A. Bécquer

Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas,
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de donde estaba.

Cayó sobre mi espíritu la noche,
en ira y en piedad se anegó el alma,
¡Y se me revelo por qué se llora!,
¡Y comprendí una vez por qué se mata!

Pasó la nube de dolor..., con pena
logré balbucear unas palabras...
y ¿qué había de hacer? Era un amigo
me había hecho un favor... Le di las gracias.

G.A. Bécquer