martes, 4 de octubre de 2016

Un año más....

Un año más.... Parece mentira.... Un año más... Es una broma del destino.... Creía que no sería posible y aquí estoy, volviendo a mi querido/odiado altillo. Refugiándome una vez más... Huyendo de esos que me buscan... Repaso las sucias, oscuras paredes de mi santuario, de mi prision, de mi castillo, de mi dolor... Y recuerdo un viejo armario, oculto en una esquina.... Lo abro y sus viejas puertas chirriantes me reciben con una dolorosa bienvenida. Un montón de viejos libros, antiguas libretas de poemas y muchos papeles mal escritos, me miran desde el fondo. Pero no es eso lo que busco hoy. No es eso lo que quiere mi vieja alma atormentada. Sé que ahí se oculta otro pozo de dolor. Uno en el  que hace tiempo no miro en su interior.... Una ajada carpeta me espera desde hace tiempo. 
Nos sentamos los dos en medio de mi querido/odiado altillo. La abro, y sabiendo lo que me encontraré, saco de su interior viejas cartas, antiguos mensajes.... Ecos de otra vida. Cuando las cosas tenían importancia. Cuando mi agorafobia me permitía salir a la calle. Casi me permito un atisbo de alegría, recordando que hubo un tiempo en el que no tenía asco a la raza humana. Releo, ojeo, me sonrio recordando viejos tiempos...pero entonces, por el rabillo del ojo veo un movimiento por debajo de la puerta... Me pongo en pie y arrojo las cartas al fondo de la habitación, dejo que me vuelva, que reconforte mi vieja/amada melancolía. Recordando mi verdadero pasado, como comenzó todo.... Sentado en un banco.... Esperando con un ramo de rosas (Rojas por supuesto)... Abandonado....

Compruebo las puertas, los cerrojos, miro por la mirilla... Nadie... Pero vendrán, volverán a por mí, esperan que esté con la guardia baja para apoderarse de mi. Pero no, hoy no lo conseguirán, hoy aguantaré un año más en mi querido/odiado altillo....