martes, 26 de mayo de 2009

La oscuridad es sólo oscuridad.

El primer día que la vi me enamoré de ella, era un día caluroso, el sudor recorría mi espalda, eran las cinco de la tarde, estábamos dando una vuelta por las zonas residenciales buscando algo que echarnos a la boca o a alguien a quien quitárselo. De repente la vi, allí estaba, rodeada de sedas rojas, medio envuelta pero dejando entreveer sus curvas y su firmeza, tenía el brillo que sólo pueden tener las de su clase, con sólo un breve vistazo me di cuenta que era excepcional, única, ero lo que había estado buscando desde hacía mucho tiempo.

Durante la noche no pude pegar ojo, estaba sudando, excitado, ansioso, sólo podía pensar en ella, en como conseguirla, en como acercarme, sólo pensar en acariciarla me erizaba los pelos de la nuca.

Todo el mundo me decía que era inalcanzable para alguien como yo, que sabrán los demás! ese día tomé la decisión urdiría un plan para conseguirla.

Nada más amanecer hice unas llamadas, reclamé unos favores, conseguí un encargo especial que me permitiría disponer del capital necesario para seguir con mi plan.

El encargo era el típico de recoger aquí y entregar allí, era obvio que no era algo legal, nadie paga 20.000 Eurodólares por entregar un chip de conducir, pero necesitaba el dinero y lo quería ya.

El tipo que me iba a entregar la misión no parecía muy contento de verme, creo que se imaginaba que yo sería algo más grande, o más implantado.

Nada más acercarme me di cuenta que no había venido sólo, por lo menos tenía cuatro guardaespaldas con el, estaban intentando integrarse entre la gente del bar, pero sólo había que mirarles a los zapatos para darse cuenta que no eran de allí, nadie de la zona lleva zapatos de piel tan limpios ni lucía un corte de pelo tan arreglado, además me conozco a todos los habituales, estábamos en el bar de Jhonny, el típico bar de suburbio, sucio, algo mal oliente, donde te sirven el Smash aguado si eres de fuera pero es un bar de la familia y la familia al final es lo que importa.


El hombre se presentó como Mr. Jhonson, pensé: como todos, me dijo que el paquete era un simple chip, que por motivos personales no podía entregar personalmente, pero que se tenía que entregar a una tal Linda en el muelle exactamente a las 01:13h de esa misma noche, a esas horas en el muelle sólo hay drogadictos, putas y algún que otro psicópata, todo el mundo sabe que es la zona predilecta de los nihilistas, unos tipos muy raros que para eliminar a sus objetivos los hacen explotar, además llevan implantada una carga de C-4 en su cuerpo, un disparo mal dado y también explotan, en resumen una zona chunga.

A los cinco minutos me entregó el chip y me comentó que estaba dentro de una unidad de codificación muy avanzada, al primer intento de sacarlo sin la clave adecuada se desintegraría, también me entregó 3.000 eurodolares en efectivo para gastos y el resto me lo daría Linda al comprobar la mercancía, concretamos los pormenores de la misión y salí del bar dirección a mi caravana, a mitad de camino me llamó un colega para decirme que al salir del bar había encontrado al tipo y a sus guardaespaldas descuartizados dos calles más abajo, les habían robado y arrancado los implantes, querían hacer creer que había sido un robo habitual de la zona, lo cual me confirmó que debía de tener cuidado, que la gente que quería el chip no se andaba por la ramas.

Al final me dirigí a la zona de caravanas de la familia, el lugar más seguro que conozco, es un sitio que si no eres de la familia no vas a poder entrar, ni si quiera la policía entra, los últimos que lo intentaron no salieron jamás, es más están enterrados bajo mi caravana.

Pasé la tarde arreglando mi equipo y limpiando mis armas, hasta sequé el guardapolvos del armario y eso que con este calor era insoportable, pero más vale sudar un poco a que te arranquen la pierna de un balazo, una vez todo listo me dirigí al muelle con la idea de inspeccionar la zona primero.

Mr. Jhonson me dijo que tenía que estar a las 01:13h en el muelle, pantalán 13, en la segunda fila de contenedores, tenía que haber uno de la empresa Maersk abierto, allí estaría Linda, ahora caí en que tenia que haberle pedido una foto o por lo menos una descripción, cualquiera se podría presentar allí diciendo que es Linda, bueno mientras me paguen me da igual quien me de el dinero.

No me fue difícil entrar al muelle sin que me vieran, me acerqué al pantalán 13 de la forma más sigilosa que pude, moviéndome entre las pequeñas casetas de control y escondiéndome detrás de algunas cajas, busque un sitio lo más elevado y discreto posible, desde allí eché un vistazo y como no, malas noticia, el lugar estaba prácticamente desierto, apenas habían una docena de contenedores todos ellos de la empresa Maersk, las buenas noticias eran que tampoco se veía a nadie rondando la zona, decidí quedarme donde estaba hasta que llegara la hora.

Sobre las 00:00h vi como se acercaba la típica grúa de los muelles con un contenedor de Maersk, éste parecía distinto, es más diría que era totalmente nuevo, lo dejó casi en el centro de la zona y sin más se fue, no se porqué pero pensé que debería ser ese. Una vez que la grúa desapareció de mi campo de visión me dispuse a descender, y a inspeccionar los contenedores uno a uno, con un poco de suerte estarían todos cerrados menos el del centro. Tardé poco más de treinta minutos en inspeccionarlos todos y en efecto, el único que no tenia el cierre de seguridad activado era el del centro. Me dispuse a esperar hasta la hora convenida.

De repente se oyó un ruido dentro del contenedor, miré la hora, las 01:09h. desenfundé mi Ronin, (Fusil automático calibre 5.56, munición perforante, cargador doble de 66 balas)y abrí la puerta, estaba todo oscuro, apenas se veía nada, en estos momentos siempre recuerdo lo que decía mi hermano mayor, no le tengas miedo a la oscuridad, es sólo oscuridad, le di la orden a mis cyberopticos para que cambiaran a infrarrojos, después del ajuste inicial la vi, una silueta femenina, no parecía llevar armas, pero se movía muy rápido de un lado para el otro, estaba golpeando la pared del contenedor con su hombro como si quisiera atravesarlo, me acerqué a ella un poco más, sin dejar de apuntarla en todo momento, de repente se paró y se volvió hacia mi, y me dijo:

Soy la unidad de Lucha Individual No Dependiente modelo A, eres mi contacto?

Si.

LINDA – Dámelo.

Primero enseñame el dinero o no hay tra...

No me dio tiempo a terminar la frase, con una velocidad increíble, me desarmó y me agarró del cuello, elevándome del suelo medio metro.

LINDA – Ahora!!

Cógelo, está en el bolsillo de mi derecha.


Sin bajarme al suelo registró mi bolsillo y me quitó la caja que contenía el chip, me lanzó hacia la puerta del contenedor con tanta fuerza que casi me rompe la espalda, en ese momento los vi, un grupo de Nihilistas se estaba acercando con paso firme y decidido al contenedor, vi a cinco, cuatro de ellos con fusiles automáticos y el quinto con lo que parecía un lanzamisiles militar, no había visto uno tan grande desde que abandoné el ejercito.


Sin pararme a pensar mucho me dirigí al centro del contenedor a buscar mi arma, entonces con la luz que entraba por la puerta la vi mejor a Linda, era un modelo femenino de Cyborg de combate, ni si quiera le habían puesto el recubrimiento de piel, debería de medir unos dos metros, en su mano derecha tenía el chip y en la otra, lo que imagino que era parte de su frente, se podían ver todos los chip que tenía instalados, así como la circuitería de su cerebro, eso si que no lo había visto nunca, se introdujo el chip y se colocó la frente, de repente cayó al suelo como si se hubiera desmayado, haciendo un ruido equivalente a cuando chocan dos coches a toda velocidad, pensé la habrán oído hasta en México, recogí mi arma del suelo y me acerqué a la puerta, me asomé ligeramente y ya no estaban, no había ningún loco nihilista, no se oía nada apenas el ruido de unas sirenas a lo lejos.

Me disponía a salir cuando lo oí, un zumbido penetrante como el que harían mil abejas, mierda, pensé: han disparado el puto misil, justo cuando me disponía a saltar lo sentí, nos habían impactado por el lateral, el contenedor voló unos cien metros hacía atrás y yo salí despedido contra otro contenedor cercano con tanta fuerza que me dio la impresión de haberlo movido, al segundo de caer al suelo, me empezó a doler tanto todo el cuerpo que desearía haber muerto en el impacto, dios que dolor, suerte que hacía apenas unas semanas me instalé el último modelo de biomonitor de la empresa Tech Medica, que se debió de volver loco inyectándome todas las drogas que le habían preinstalado, porque en cuestión de dos segundos dejó de dolerme el cuerpo, es más tenía la sensación de no estar en mi cuerpo, si no de estar volando por encima de él, lo que no se me quitó fue el zumbido de los oídos, pero eso podía soportarlo.

Intenté ponerme en pie, pero me caí, coño me faltaba una pierna!! no me lo podía creer y para rematar los nihilistas me debieron ver porque dos de ellos se acercaban a mi posición, otros tres estaban moviéndose en dirección al contenedor, los dos que se acercaban a mi alzaron las armas y empezaron a disparar, me arrastré hasta la esquina del contenedor para cubrirme, mi arma no estaba a la vista, sólo me quedaba el cuchillo de la bota, tendría que encontrar un sitio donde cubrirme y desde el que no me puedan disparar, en este momento es cuando empecé a oír los disparos provenientes del contenedor, me arrastré como pude a otro contenedor, le eché un vistazo al biomonitor para saber como estaba, el mensaje de la pantalla decía que debería de estar muerto, me faltaba la pierna izquierda, tenía siete costillas rotas uno de los pulmones perforados, posible hemorragia interna y diferentes heridas de menor importancia, pero que no dejaban de sangrar.

Saqué el cuchillo como pude y me levanté apoyándome en la pared del contenedor deseando que apareciera uno de los nihilistas por la esquina en la que estaba yo, si tengo suerte hasta le podría clavar el cuchillo antes de que me dispare, en ese momento se oyeron dos explosiones más y a los pocos segundos una tercera, no sabía que estaba pasando, pero no me podía arriesgar a echar un vistazo y exponerme a sus armas, sólo me quedaba esperarles en mi posición, se oían múltiples disparos de todas partes, de repente varias explosiones más y luego el silencio.

Las fuerzas empezaron a abandonarme el mundo frente a mi se desvanecía, lo último que vi fue una silueta, no se si amiga o enemiga.

Me dolía la cabeza oía voces distantes, empecé a sentr mi cuerpo, intenté mover las piernas pero no me respondían, lo mismo con mis brazos, con un gran esfuerzo pude abrir los ojos, al principio me inundó una luz cegadora, poco a poco mis ojos empezaron a distinguir unas formas, parecía una habitación de hospital, estaba totalmente vendado, y tenía las piernas y los brazos atados a la cama, un médico se acercó a mi y me dijo que era un tío con suerte unos segundos más tarde y no hubieran podido hacer nada por mi, intenté hablar pero no pude, no salia voz de mi boca, ni si quiera se movía la boca, nunca me habían dado tal paliza.



Tardé dos meses en salir del hospital, en todo ese tiempo nadie me pudo decir que había pasado esa noche, la versión oficial era que me había atacado un grupo de terroristas no identificados, yo los había eliminado a todos pero que al final una mina casi me mata. Odio las versiones oficiales nunca dicen la verdad, tendría que investigar por mi cuenta, pero eso podía esperar, tenía que volver a mi caravana y descansar en mi cama, estaba harto del hospital.

Me vino a buscar un colega y me llevó a la caravana me dijo que ahora era un héroe en la banda, que todo el mundo contaba mi historia y que me estaban esperando para celebrar una gran fiesta. Por lo vista mi hazaña a hecho que nuestra reputación haya aumentado en los bajos fondos y ahora nos salen trabajos extra todas las semanas.

Una vez terminada la fiesta, que había durado tres días con sus noches, mi fui a mi caravana a descansar, me estaba dando una ducha, cuando de repente oí como se abrió la puerta de la caravana, cogí una toalla y la pistola que había en la ducha y salí del baño, sentada en mi cama había una mujer corpulenta, parecía muy alta, vestida con un guardapolvos, sombrero y botas, todo de piel de serpiente, le pregunté quien era, ella sonrió y contestó, me llamo Linda y he venido a saldar una deuda contigo, me puse tenso de inmediato apreté el arma con fuerza, entonces ella se levantó y me dejó un maletín encima de la cama, esto por los servicios prestados y se fue.

Me cogió tan desprevenido que me quedé inmóvil por unos segundos, cuando por fin reaccioné salí a buscarla pero fuera no se veía a nadie. Entonces supe que fue ella quien me salvó la vida, nunca sabré porqué ni tampoco para que sería el chip que le di, pero está claro que le sentó bien. Volví a mi caravana pensando en si debía abrir el maletín o no, si me quisiera muerto ya lo estaría a estas alturas, así que abrí el maletín, dentro había un montón de billetes y una holocinta, primero conté el dinero, 17.000,00 eurodólares el dinero por el que me habían contratado, no me lo podía creer, ni me acordaba de el, como tampoco me acordaba del motivo por el que me había metido en este lío, de repente volvió a mi la sensación que me embargó hace algo más de dos meses, con este dinero sería mía.

Con el dinero en el bolsillo me fui en moto lo más rápido que pude a la tienda donde la vi por primera vez, y allí estaba como si me hubiera estado esperando todo este tiempo, sin dudarlo entré en el establecimiento y me dirigí al vendedor y le dije, la quiero, le solté todo el dinero encima del mostrador, el hombre me miró sorprendido y sin dudarlo guardó el dinero rápidamente en un cajón y se acercó a la vitrina de exposición, la cogió sujetándola a través del paños de seda y me la entregó, no sabría explicar las sensaciones que me embargaron en ese momento, el tiempo se detuvo, sólo tenía ojos para ella, por fin, la tenia entre mis manos, una Desert Eagle .45 Edición especial Saburo Arasaka 2017, un modelo único, sólo se fabricaron 100 unidades y una de ellas era mía, por fin, todo había valido la pena, incluso la pierna cybernética que me instalaron después de la explosión, el reemplazo de costillas y los nanomédicos reparadores, los nuevos cyberópticos todo el dolor sufrido tras aquella explosión tenia ahora su recompensa.

Salí de la tienda tan absorto y feliz que no vi....


------ continuará ------

By Scar

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