Sigo pensando....

Empezar siempre es difícil. Definir el estilo, el carácter, el tono que tienen que tomar las cosas. A veces es mejor dejarlas arrancar solas; Empezar, a escribir en este caso, y dejar que fluyan las cosas a su propio ritmo. Lo más difícil del inicio es lo que cuesta retomar las viejas palabras, los viejos matices que te definen a la hora de escribir, conseguir que tu cerebro y tu mente se sincronicen y lleguen más allá de un balbuceo, que consigas arañar palabras, como hacías antaño. O tal vez no. Tal vez sólo sea el miedo que dan las hojas en blanco. El pánico que produce el hecho de que aquello que escribas va a ser leído por alguien. El horror de saber que no eres tan bueno, escribiendo en este caso, como realmente te gustaría ser. Tal vez, y sólo tal vez, cuando uno empieza de nuevo, las cosas van surgiendo sin que te lo esperes. las palabras vuelven a surgir en tu cabeza. No con la misma velocidad ni con la misma precisión con la que lo habían hecho años atrás, pero cualquier maquinaria debe de ser engrasada. Cualquier maquina necesita un rodaje para volver a andar. Veremos donde nos lleva.