domingo, 22 de julio de 2018

La muerte no es el final

Si algún día dejáis de oír mi voz.
Si ya no hago ruido, si no me encontráis donde siempre. Si buscáis mi mano y no está ahí. Si buscáis ese aliento que os prometí. Si mis bromas no aparecen. Si mis tonterías enmudecen. Si cuando miráis a la luna no me sentís allí. Si no os cojo el teléfono, si no os invito a una cerveza. Si ya no estoy allí, aunque lo parezca...


No lloréis más de lo necesario. Reid y recordad todo lo hablado. Que mi espíritu os inunde y os acompañe. Que nada quede en el camino sin contarse.

La vida es vida y la muerte también. En el largo camino que empezó ayer, nada termina, todo es. Una parte de mi aquí dejo, en los cuentos, en los fallos y en los aciertos. Nada me debéis y nada queda pendiente. Tan solo queda el amor, el recuerdo y el deseo ardiente, de que la vida os sonría, no os deje solos y viváis plenamente.

Aquí se despide un cuentista, que el día os quiso alegrar. Cuando llegue esta noche, soñad conmigo... Y después... Olvidad!!!

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